POEMA DÍA VIII/VIII/2014:"Un poco más allá".Kirmen Uribe
UN POCO MÁS ALLÁ
Mi padre y mi tío se embarcaron por primera vez con nueve años,
y aprendieron a navegar en el “Bustío”.
Eran duros los patrones de entonces,
de aquellos que en días de tormenta apretaban los puños
y mirando al cielo amenazaban a Dios:
“¡ven aquí si tienes lo que hay que tener!”.
Cuando eran chiquillos, los cuatro hermanos mayores
tenían que ir a misa por turnos,
ya que sólo había un traje en casa. Cuando uno volvía de la iglesia,
se quitaba el traje, se lo daba al siguiente,
y así solían ir a misa,
cada cual a su hora, cada uno con sus propios zapatos.
Cuando era niño, el día en que mi padre llegaba del mar,
solíamos esperarlo en el espigón más alejado del puerto,
mirando hacia el Oeste. Aunque al principio
no se veía nada, pronto
uno de nosotros divisaba en el horizonte
un punto negro, que poco a poco se convertía en barco.
Tardaba una hora en llegar hasta el espigón,
y giraba frente a nosotros antes de entrar a puerto.
Mi padre nos saludaba con la mano.
Nada más pasar el barco, corríamos
hacía el lugar donde atracaba.
Incluso estando en las últimas, mi padre
siempre alababa la vida,
nos decía que hay que vivir el momento,
que si siempre estás preocupado la vida se te escapa.
Y nos decía: tenéis que ir
más al Norte, no hay que echar la red
allí donde sabéis que seguro habrá pescado,
hay que buscar un poco más allá,
sin conformaros con lo que ya tenéis.
“La muerte no vencerá”,
escribió Dylan Thomas,
pero de vez en cuando gana,
y así terminó también la vida de mi padre,
como un barco que se pierde en el horizonte
girando hacia el Oeste,
dibujando recuerdos en su estela.